miércoles, 20 de agosto de 2008

Ocasos Mortecinos.

Muerte seductora, precipita
tus labios venenosos hacia aquí.
Devora esta alma sin ser
privala de su cárcel, la existencia.

Arrójala al otro lado del espejo,
ya no quiere palpitar en sangre:
su vida la persigue.
Entre gritos burlones
le recita sus fracasos.

Proyecta
tu luz omnipotente
en el alma,
incinérala
hasta que no quede un recuerdo
ni una lágrima no llorada.

No hay gemidos que no hayan estallado,
solo quiere librarse
de su corona de espinas.

Sueños de los que no son
ni pueden dejar de serlo.

Juan L. De Zan

4 comentarios:

Letras Larroque dijo...

Juan, la verdad sin palabras. Me encantó tu poema!

Un beso grande para todos.
SôlCítÖ. .

Letras Larroque dijo...

Juan! Fabuloso tu poema!
como siempre te digo, ídolo!!

Ingrid

analiaduarte dijo...

¡Increible lo que han logrado! O, mejor dicho, ¡muy creible! porque tienen todo el potencial y lo están cultivando. Hermoso lo que han hecho, sigan en esto chicos, el arte es maravilloso.

Anónimo dijo...

Juanci me gusto mucho tu poema..muy pero muy lindo...bueno nada segui en esto que te gusta tanto y lo haces muy bien..nunca cambies..te quiero mucho sabelo.. besos que este bien.

Eni